La demencia vascular es el resultado de la disminución del suministro de sangre a ciertas partes del cerebro, privándolo de oxígeno y nutrientes y provocando una disfunción de las células cerebrales.
Los accidentes cerebrovasculares o una serie de accidentes cerebrovasculares pueden causar demencia vascular, pero con mayor frecuencia la afección se desarrolla gradualmente. La vasculopatía afecta los pequeños vasos sanguíneos que alimentan el cerebro. Con el tiempo, las células cerebrales dejan de funcionar.
La demencia vascular puede ser difícil de distinguir de la enfermedad de Alzheimer, y se ha sugerido que estas dos afecciones están relacionadas. Además, estas dos afecciones a menudo ocurren en combinación.
Sin embargo, las personas con demencia vascular a menudo tienen un grupo de síntomas ligeramente diferente al de los pacientes con enfermedad de Alzheimer. La recuperación de recuerdos suele ser difícil y puede ser lenta. El pensamiento en general a menudo parece lento. Y caminar a menudo se hace más lento, posiblemente hasta arrastrar los pies.
El tratamiento se centra con mayor frecuencia en los factores de riesgo de vasculopatía, como la presión arterial, el colesterol y el tabaquismo.
Los especialistas certificados del Norton Neuroscience Institute Memory Center tienen la experiencia y los conocimientos para diagnosticar con precisión la demencia vascular y otras afecciones neurológicas. Nuestros proveedores están a la vanguardia de los avances en este campo en rápido desarrollo para ayudar a controlar los síntomas de la demencia y retrasar su evolución.
Más pacientes en Louisville y el sur de Indiana confían en el Norton Neuroscience Institute para su atención neurológica que en cualquier otro proveedor de la zona. Los pacientes encuentran una amplia gama de especialistas certificados que brindan diversos puntos de vista para desarrollar un plan de atención personalizado para cada paciente.
La demencia vascular puede ocurrir después de un accidente cerebrovascular o de una serie de accidentes cerebrovasculares. En estos casos, puede ser fácil relacionar cualquier cambio en la memoria y el pensamiento con un accidente cerebrovascular específico y con la ubicación del tejido cerebral dañado.
Sin embargo, con más frecuencia la demencia vascular progresa con el tiempo y es imposible conectar los síntomas con un accidente cerebrovascular o con un momento determinado.
La demencia vascular no tiene cura y, conforme avanza la enfermedad, el paciente tarde o temprano necesitará atención especializada a medida que disminuyan sus capacidades mentales y físicas.
El centro de recursos del Norton Neuroscience Institute puede ayudar a los pacientes y cuidadores durante la progresión de la demencia vascular, incluidos los recursos para ayudar a los cuidadores durante este período y con la transición de la atención a domicilio a la atención especializada cuando llegue el momento.
Parte del objetivo del Norton Neuroscience Institute consiste en atender a la persona en su totalidad, no solo a la afección.
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