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El Programa de Salud Pélvica de Norton Women’s Care se especializa en la atención de mujeres con afecciones de la salud pélvica. Un equipo de especialistas, fisioterapeutas y profesionales de la salud está a disposición para garantizar que usted recupere a la vida que estaba destinada a vivir, llena de alegría, actividad, intimidad y fortaleza. Podemos ayudarla a dar los primeros pasos para volver a sentirse como usted misma.
Los problemas de salud pélvica son más comunes de lo que imagina. Más del 40 por ciento de las mujeres de entre 60 y 79 años, y al menos la mitad de las mujeres de 80 años y mayores, tienen un trastorno pélvico.
Los trastornos pélvicos no son solo un problema de “cambio de vida”; el parto y las cesáreas contribuyen a los problemas de salud pélvica de las mujeres entre sus 25 y 35 años, especialmente aquellas que han dado a luz a más de un hijo. Otras afecciones de la salud pélvica, como el sangrado excesivo y la endometriosis, también afectan a las mujeres más jóvenes.
Cualquier mujer que experimente un problema de salud pélvica sabe que puede afectar fácilmente la calidad de vida. Lo que muchas mujeres pueden no saber es que estos problemas son tratables. Las nuevas terapias, medicamentos y procedimientos ofrecen esperanza a las mujeres que hacen frente solas a sus síntomas.
La salud pélvica incluye el aparato reproductor femenino, la pelvis y el suelo pélvico. El aparato reproductor femenino incluye los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, el cuello uterino y la vagina. La pelvis está compuesta por los huesos de la cadera al frente y el sacro y el cóccix en la parte posterior. Protege los aparatos reproductivo, urinario y digestivo. “Suelo pélvico” es un término que se usa para describir los músculos, ligamentos y tejidos conjuntivos que sostienen el intestino, la vejiga, el útero, la vagina y el recto.
La mitad de todas las mujeres en Estados Unidos nunca han hablado con un médico sobre la atención, el manejo o el tratamiento de los síntomas de salud pélvica. Accidentes de la vejiga avergonzantes, menstruaciones irregulares y relaciones sexuales incómodas son solo algunos de los problemas de salud pélvica que pueden experimentar mujeres de todas las edades.
Mitos sobre los trastornos de la salud pélvica:
Tome medidas con el médico para:
La perimenopausia es una etapa de transición antes de la menopausia, cuando comienzan a ocurrir cambios en el cuerpo de una mujer. Las mujeres pueden experimentar menstruaciones irregulares, sofocos, trastornos del sueño, sequedad vaginal, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad o depresión. Como los síntomas pueden ser sutiles y aparecer gradualmente, muchas mujeres no se dan cuenta de que están relacionados con la perimenopausia.
Los fibromas uterinos son crecimientos benignos (no cancerosos) en la pared del útero. Más del 75 por ciento de las mujeres tiene fibromas pequeños, pero solo alrededor de un 30 por ciento tiene fibromas lo suficientemente grandes como para ser descubiertos durante un examen pélvico regular. De estas, aproximadamente un 80 por ciento no tendrá síntomas y no requerirá tratamiento, solo supervisión.
Los síntomas comunes de los fibromas uterinos incluyen sangrado menstrual abundante, menstruaciones prolongadas y presión o dolor pélvico. Se desconoce la causa exacta de los fibromas. El riesgo de fibromas aumenta en mujeres de entre 25 y 35 años, mujeres obesas, mujeres afroamericanas o aquellas que tienen antecedentes familiares de fibromas. Hay medicamentos y opciones de tratamiento disponibles para reducir y eliminar los fibromas si es necesario.
Un trastorno del suelo pélvico, o prolapso de órganos pélvicos, se produce cuando los órganos pélvicos descienden debido a los músculos y nervios debilitados o dañados en el suelo pélvico. Como resultado, la vejiga, el útero o el intestino se asientan más abajo de lo normal y crean una protuberancia incómoda, que a menudo provoca una sensación de presión. El prolapso de órganos pélvicos, o descenso de la vejiga, también puede causar una pérdida involuntaria de orina, gases o heces, llamada incontinencia urinaria e intestinal.
Los trastornos del suelo pélvico pueden sonar atemorizantes y avergonzantes. La buena noticia es que, con un diagnóstico preciso, estos problemas se pueden tratar, controlar y, a menudo, eliminar.
Aproximadamente un 80 por ciento de las mujeres que experimentan pérdidas de orina o incontinencia urinaria pueden curarse o al menos mejorar sus síntomas. Los tratamientos incluyen medicamentos para calmar la vejiga, insertos uretrales y pesarios. También hay varias opciones quirúrgicas disponibles. Hable con el médico sobre las opciones de tratamiento y las soluciones caseras que pueden combinarse con el tratamiento.
La disfunción sexual se define ampliamente como la incapacidad de disfrutar plenamente de las relaciones sexuales. Los problemas de salud que pueden interferir con una vida sexual saludable incluyen la pérdida de lubricación y elasticidad de los tejidos vaginales debido a los niveles más bajos de estrógeno, lo que puede hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas. Hay ayuda disponible: nunca es tarde para disfrutar de una vida sexual plena.
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