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Cualquier tipo de tumor cerebral es peligroso, sea benigno o maligno. Una masa o crecimiento anormal de células en el espacio confinado del cráneo requiere precisión y habilidad para diagnosticar con precisión y tratar.
Los especialistas expertos del Brain Tumor Center, una colaboración del Norton Neuroscience Institute y el Norton Cancer Institute, están a la vanguardia de las mejoras en rápido desarrollo en el tratamiento de tumores cerebrales. Tienen la habilidad y la experiencia para identificar la causa de su tumor cerebral y diseñar un plan de tratamiento personalizado para eliminar el tumor y preservar el tejido cerebral sano.
Nuestros especialistas y otros proveedores tratan a la persona en su totalidad, no solo el tumor, y están listos para ayudar con mucho más que el tratamiento. Las citas en el mismo día y la atención multidisciplinaria sofisticada son algunos de los motivos por los que más pacientes con tumores cerebrales confían su atención al Brain Tumor Center que a cualquier otro proveedor en Louisville o el sur de Indiana.
Su caso será evaluado por un grupo multidisciplinario de especialistas certificados que aportan diversos puntos de vista a cada caso. Analizarán las opciones de tratamiento y llegarán a un plan adecuado para usted.
El tipo más común de tumor cerebral es el resultado de la diseminación del cáncer desde otras partes del cuerpo (a menudo los pulmones) hasta invadir el cerebro y el sistema nervioso central. Estos cánceres se denominan “cánceres cerebrales metastásicos”.
Los tumores que se originan en el cerebro o el sistema nervioso central se consideran tumores cerebrales primarios, y pueden o no ser cancerosos.
Los tipos comunes de tumores cerebrales incluyen:
Hay algunos síntomas comunes de los tumores cerebrales. Si tiene alguno de estos síntomas, consulte a su médico de atención primaria.
El Brain Tumor Center usa herramientas avanzadas para determinar un diagnóstico preciso que ayudará a trazar un camino para su plan de tratamiento personalizado.
Exploración por tomografía computarizada (TC): Esta prueba reúne radiografías desde múltiples ángulos. Luego, las imágenes se combinan para formar una imagen tridimensional. La tomografía computarizada puede medir un tumor y, con un medio de contraste, puede brindar mayor detalle. Las tomografías computarizadas también son útiles para los pacientes que no pueden someterse a imágenes por resonancia magnética (IRM) debido a la presencia de metal en el cuerpo, como un marcapasos.
IRM: A diferencia de una tomografía computarizada, una resonancia magnética usa campos magnéticos en lugar de rayos X para recopilar imágenes detalladas. Una resonancia magnética proporciona más detalles que una tomografía computarizada y, si es adecuada para el paciente, se prefiere para diagnosticar un tumor cerebral.
IRMf: Durante una resonancia magnética funcional (IRMf), el paciente realizará tareas específicas que se reflejarán en el cerebro. Esta prueba ayuda al cirujano a planificar la operación para evitar dañar las partes sanas y funcionales del cerebro mientras se extirpa un tumor.
Biopsia: Este procedimiento extrae una pequeña porción de tejido para su examen y es la única forma definitiva de diagnosticar un tumor cerebral. La biopsia se puede realizar mientras se extirpa el tumor o como un paso intermedio, si la extirpación quirúrgica no es posible debido a la ubicación o la salud del paciente.
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